Por Payton Lechner

Irán (MNN)-Mientras los iraníes soportan un gobierno opresivo, una inflación creciente, una crisis nacional de salud mental, guerras cada vez más intensas y conflictos regionalesson los niños de Irán las víctimas finales, según Lana Silk, directora ejecutiva de Transform Iran.

“En estos momentos, los niños iraníes son víctimas de su sociedad en general y de las luchas a las que se enfrentan sus padres”, afirma Silk.

Actualmente hay muchas dificultades económicas muy graves en Irán, y eso está afectando a la población adulta en su salud mental. Mucha gente recurre a las drogas y al alcohol. Hay mucho desempleo y lucha por llevar comida a la mesa. Así que esa preocupación, estrés y lucha, por supuesto, va a impregnar todo el hogar. Y los niños están muy indefensos en este tipo de situaciones.

El peso de estos retos aumenta para los niños cristianos. En la Lista de Vigilancia Mundial una clasificación anual de los 50 países donde los cristianos sufren más persecución, Irán ocupa el puesto 9. Según Silk, los cristianos iraníes han tenido que ser aún más cautelosos con su fe desde la Guerra de los 12 Días de junioque comenzó cuando Israel lanzó ataques aéreos selectivos contra Teherán, intensificando drásticamente el conflicto en Oriente Próximo.

“El gobierno lo examina todo y trata desesperadamente de eliminar a los cristianos, y estos niños han tenido mucho cuidado en la escuela de seguir la línea y fingir que simpatizan, al menos, con la fe musulmana. Así que todo eso pasa factura”.

Y aunque los iraníes son libres de reconocer la Navidad como una “fiesta”, eso no significa que los cristianos estén seguros de celebrar el significado que hay detrás de ese día.

“La gente puede seguir decorando sus casas y armando jaleo en esa época del año”, dice Silk, “pero en cuanto se entra en una celebración verdaderamente cristiana de lo que ocurrió hace 2000 años, todo eso se calla”.

Señala que los niños iraníes fuera de Irán son en su mayoría refugiados, con su propio conjunto de retos:

Muchos de los problemas a los que se enfrentan afectan realmente a su sensación de bienestar, incluso a su salud mental, depresión, ansiedad, ataques de pánico.

Sin embargo, los esfuerzos de evangelización son mucho menos peligrosos para los refugiados iraníes que para los cristianos que viven dentro de Irán.

“Hacemos mucho de eso, sobre todo en Turquía, donde podemos reunir a otros iraníes refugiados que viven una especie de vida sombría en ese momento”, afirma Silk. “Y así las familias cristianas pueden decir que se acerca nuestra celebración sagrada. Es una forma estupenda de reunir a una comunidad y, por supuesto, a través de ello, podemos bendecir a esas familias, práctica y espiritualmente, compartiendo la verdad”.

Para todos los niños iraníes -cristianos o no, dentro de Irán o en regiones de refugiados- Transform Iran trabaja para compartir la alegría mediante la Operation Christmas Joy, un programa de seis semanas en el que las familias se reúnen y hablan de Jesús y de lo que significa la Navidad, que culmina con un regalo para cada niño que ayuda a cubrir una necesidad práctica.

“En Navidad hablamos mucho de alegría, paz y esperanza”, dice Silk. “Pensamos, bueno, ¿cómo compartimos el mensaje del Evangelio con los niños y permitimos que penetre realmente en sus vidas para que haga nacer la alegría en sus corazones? Queremos que vuelvan a reír, a bailar y a disfrutar de la comunidad”.

Para saber más sobre cómo colaborar con Transform Iran estas Navidades, visita su sitio web.

Publicado originalmente en: Mission Network News