Fortalecer a los iraníes en la diáspora
Se calcula que entre 5 y 6 millones de iraníes viven en la diáspora (fuera de Irán), aunque es difícil saberlo con exactitud y algunas estimaciones elevan la cifra a 5 millones. Están repartidos entre Norteamérica, Europa, Australia, los Estados del Golfo Pérsico, Turquía, Azerbaiyán y Oriente Próximo en general. Transform Iran llega a los hablantes de farsi con el evangelio en todo el mundo. Muchos han conocido al Señor tras emigrar de Irán. Las iglesias de 16 países de la diáspora siguen fortaleciendo y equipando a los creyentes iraníes allí donde se encuentren. Muchos de los miembros de nuestras iglesias en la diáspora participan activamente en la misión de alcanzar Irán para Cristo. Es un gran estímulo para ellos poder seguir sirviendo a su nación aunque físicamente no puedan estar allí.
Una forma de fortalecer la Iglesia en la diáspora es reuniendo a los creyentes en conferencias en las que les ayudamos a profundizar en su amor y comprensión de la Palabra de Dios, y en su relación con el Señor. En mayo de 2022, la iglesia 222 de Viena, Austria, se reunió para un acontecimiento como éste. Después de varios días de comunión, adoración y enseñanza, esto es lo que tenían que decir:
“Maggie y yo hemos llegado a Viena para pasar una semana con los líderes de la iglesia; para la planificación estratégica para 2022-2025, así como para edificar su iglesia en un seminario de 3 días. ¡Es un tiempo verdaderamente bendecido! Estamos preparando a dos líderes fieles para la ordenación. Hay un gran trabajo por hacer en Austria. Rev Vigen y Lida son líderes visionarios”. – Rev Lazarus, orador principal en la conferencia; presidente de Transform Iran
“En la conferencia me liberé por fin de la adicción a la nicotina y de fumar cigarrillos. Nunca olvidaré la gracia de Dios en mi vida y el milagro que me ocurrió aquí en la conferencia.” -Mohammad
“Salí de allí con un profundo deseo de estar cada vez más cerca de Jesús y darle más gloria. También me di cuenta de lo importante que es para mí ser fructífera en mi vida. Quiero glorificar a Jesucristo en mi vida cada día más. Sé que la iglesia de Viena es una gran ayuda para mí en todo esto, hierro afilando hierro para que podamos afilarnos y animarnos unos a otros para que cada día podamos vivir más y más para su gloria.” -Omid
“Realmente experimentamos esa fuerte sensación neotestamentaria de estar ‘juntos’, de partir el pan juntos y de confraternizar juntos. Vine con una carga pesada y me fui con un espíritu aliviado y renovado. Mi marido, mis hijos y yo, como familia, nos sentimos enormemente bendecidos y unidos como resultado de este tiempo. Todo ello trajo una gran alegría y paz a mi vida”. -Farnaz
“Este seminario fue como un bautismo para mí. Fue como volver a la vida. Me había debilitado y marchitado y sentí que mis ojos espirituales se abrían de nuevo. Volvió a mí el celo y la alegría por mi salvación. Cuando volví a casa, sentí que era una Maryam diferente que abría la puerta. Sentí que entraba en aquel lugar con un espíritu completamente distinto; un espíritu transformado, sanado, pacífico, con una confianza y una esperanza en mi Señor que había perdido. Estoy de vuelta en la casa que dejé hace 3 días, pero ahora soy una persona nueva. Ni siquiera puedo describírselo”. -Maryam
“Había perdido toda esperanza con todas las luchas a las que nos enfrentamos, con la mala salud, con Covid, con mi familia en Irán. Estaba deprimido. Había perdido todo interés en estar con los demás. Estaba lleno de pena y rabia; de mal humor permanente. Pero volví a entregar mi corazón a Jesús. Hice un nuevo pacto con él. Me arrepentí de todos mis pecados. Dios me mostró en estos pocos días, que había algo congelado en mí; como si tomaras todo el amor y lo vertieras en una bandeja de hielo y lo congelaras. Había un cubito de hielo con la palabra “amor”. Y en estos días, mientras más escuchaba la Palabra del Señor siendo enseñada y hablada sobre mí, pude ver esto
El hielo de mi mente se derretía lentamente y esas aguas se vertían como agua sobre mí. Y la palabra ‘amor’ seguía vertiéndose sobre mí”. -Sonos
“Yo era un desastre espiritualmente. Tuve muchos problemas. Tenía un verdadero cansancio. Pensamientos inútiles me arrastraban hacia abajo. En la conferencia, sentí como si volviera a nacer. Llevaba años atado/bloqueado por dentro. No había podido llorar ni reír como es debido. Pero en este seminario, desde el fondo de mi corazón, pude llorar, reír… ¡las emociones se liberaron y volvieron a fluir en mí! El Espíritu Santo tocó todos nuestros corazones y nuestras vidas y nuestra amistad con Él se fortaleció y renovó. Lo sentí como nunca.
Se abordaron los problemas de mi corazón. Toda mi cara cambió. La gente decía que antes, la expresión de mi cara era cerrada y se notaba que espiritualmente estaba atada, incluso en el color de mi cara. Pero después, incluso los que no habían estado allí, comentaban lo mucho más abierto, lleno de color y de vida que estaba todo mi semblante.” -Ahmadreza